jueves, 12 de marzo de 2009

Si no tienes tiempo para Dios

Si no tengo tiempo para Dios me conviene detenerme y evaluar. ¿Quién es Dios? ¿No es que él merece más de mi tiempo? ¿Puede ser que estoy dando prioridad a mis necesidades físicas y descuidando mis necesidades espirituales? Algunos somos mezquinos con nuestro dinero, otros con nuestro tiempo. Algunos somos mezquinos con los dos. Yo quiero decir algo a los que son tacaños con su tiempo. No todos tenemos la misma cantidad de dinero pero todos tenemos 24 horas en el día. Igual al dinero, es posible gastar la mayor parte de nuestro dinero en nuestros propios intereses. No es extraño que un incrédulo no tenga tiempo para Dios pero debe saber que un hijo de Dios va a encontrar tiempo para Dios. Sin embargo, me da pena que haya tantos que dan muy poco tiempo a Dios. Ellos tienen tiempo para todo lo demás, pero para las cosas de Dios dicen, “No tengo tiempo.” No cuesta nada decir “yo amo a Dios” pero si medimos su amor por Dios por el tiempo que se le entrega, tendremos que decir que es poco el amor que se le tiene. Si un joven dice que ama a su novia pero encuentra tan solo una hora por semana para pasar con ella, lo más probable es que ella le diga, “no vengas más.” Hay cada vez más personas que encuentran tan solo una hora por semana para estar en la iglesia. Aun así, algunos llegan tarde. ¿No te parece que Dios merece más? Aun para tu propio bienestar espiritual te hace falta más. Algunos son ingeniosos en encontrar razones para faltar a los encuentros. Muchas veces parecen ser excusas legítimas. “Con todo lo que está pasando, tengo temor de dejar la casa sola.” “Hay hipócritas en la iglesia.” “No hay otros de mi edad en la iglesia.” “El domingo es el único día que tengo para descansar y hacer mis propias cosas.” " No creo en los curas." etc. Estas son algunas excusas, no más. Muchas veces son una indicación de que no andan bien espiritualmente. Si no hay tiempo para asistir a la iglesia es muy difícil que tengan tiempo para servir a Dios. Tampoco hay tiempo para leer la Biblia y orar. El que anda bien espiritualmente busca excusas para ir a la iglesia y no para faltar. Conocí a una hermana en Cristo que ahora está en los cielos. Ella siempre estaba ocupada en la obra del Señor. Más de una vez escuché a ella decir “Tengo que luchar para encontrar tiempo para mi misma.” El creyente debe luchar para encontrar tiempo para Dios. Jesús dijo, “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” Esto no se trata únicamente de dinero. Se puede aplicar a nuestro tiempo también. En busca de una solución, no es la voluntad de Dios que seamos esclavos del tiempo. Más bien es que hagamos al tiempo servir a nosotros. Muchas veces la solución es una nueva y más completa entrega a Dios. Si realmente amamos a Dios vamos a encontrar tiempo para él. Si damos más de nuestro tiempo a Dios vamos a ver como él puede librarnos de las mil y una cosas que consumen nuestras horas. Para otros la solución sería más auto disciplina y el de tener una vida más organizada. El presidente de una facultad una vez dijo, “un minuto ocupado en planear ahorrará 3 o 4 en su cumplimiento.” Al principio, esto parece ser esclavitud al tiempo pero una vez que llega a ser hábito no lo es. Si no tienes tiempo para Dios te conviene detenerte y evaluar. ¿Quién es Dios? ¿No es que él merece más de mi tiempo? ¿Puede ser que estoy dando prioridad a mis necesidades físicas y descuidando mis necesidades espirituales? La Biblia dice; “No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará. Porque él que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.” Si te das cuenta de que has sido tacaño con tu tiempo pide perdón a Dios y pregúntate, ¿qué debo quitar de mi vida para dar más tiempo a Dios?

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